"Ver para vivir" dice el maestro,
poeta a tus poemas, manda el dicho.
No solo el sentimiento te alimenta.
Busca emoción y compromiso,
absurdo y un poco de sal,
ya está la base,
añádele un no sé qué o un qué sé yo.
Anímate a escribir, que son dos días,
y búscate un oficio algo más serio
que "de esto, amigo mío, no se come
si acaso se merienda algunas tardes."
Que la inspiración te pille trabajando,
ya acabará el lector lo que empezaste.
Cuando desconectó, el vendedor de huevos todavía estaba allí.
Cuando desconectó, el vendedor de huevos todavía estaba allí.
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