“Recuerdo bien
Aquellos cuatrocientos
golpes de Truffaut…” (Luis Eduardo Aute)
Recuerdo bien el cine de mi
infancia, sobre todo su olor como a limones, lo duro del asiento de madera
tapizado de rojo terciopelo; “Copacabana” se llamaba, ahora es una agencia tributaria…¡Qué
cosas!
Años después, sesión continua y construí
mi nido en un tejado detrás de la pantalla de otro cine, de nombre “Jamay”, en
Villaverde. Allí protagonicé grandes historias, clásicas, en color y en blanco
y negro, sobre todo de amor y musicales, pero pasó también a peor vida; ahora
es un bingo, ¡poco se puede ganar con esos cambios!
Hace años que ya no tengo cine, hubo
uno y ahora es mi gimnasio, donde puedo entrenar en alma y cuerpo, aunque a veces
me asalta la nostalgia, allá donde la vida te golpea.
Estoy en el medio metraje y busco
el momento de poner el “The End” a este relato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario