“Todo cuanto recuerdo
estaba cerca, las personas, las cosas, incluso los sueños”
(Ángel González)
Se me escapó la vida lentamente
por aquella abertura en la cocina,
mi voz se ahogaba gris tras la uralita
y esa luz mentirosa en la mañana.
Se alargaban las
horas con mi risa
que cabalgaba a hombros de los sueños.
Atropelló la muerte tanta vida
y yo me desviví por recordarlo,
desempolvé el cuaderno, sus guerreros
y su cartera negra.
Su foto de comunión,
florece cada noche en las paredes
del lugar donde habita nuestra madre.
Menos mal que la vida se restaura
y me sale al encuentro.
Si aprendo a ser poeta
es por saltar veloz hacia mi infancia.
Si habito un corazón que no es el mío
es por saldar las deudas
y regresar a casa.
Imagen de Google.
Bueno!!! Un placer inmenso esta lectura, gracias.
ResponderEliminarUn besito.
Muchísimas gracias Marina!!!!
EliminarUn saludo muy cordial.
MUY BUENO. UN Abrazo
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