"Poetas, ojalá escribamos para dentro de quinientos
años"
Juan Ruiz de Torres
A Irene
La muerte cobra vida últimamente.
Se empeña en convivir a mi costado,
restándome los días venideros,
sin una mano amiga que me agarre.
Solo un abrazo en el rellano,
consuelo de una niña en zapatillas
a punto de perder lo que más quiere
tras la pared azul del descansillo.
Triste la soledad de morir sola.
Alegre compañía del silencio.
La vida muere lenta en la distancia.
Féretros de cristal, de cuento de hadas
me consuelan y besan.
Me voy a contagiar de tanta pena.
Aquí la primavera es imparable,
los árboles florecen nuevamente,
las urracas regresan a mi nido,
detrás del muro blanco de mi alcoba.
Hoy me confieso, soy culpable.
Acogí aquella niña en mi regazo
me limpié las dos manos con su llanto
a menos de dos metros de su cara.

Ilustración: "El Abrazo"oleo de Enrique Chernaez.