Madrid se
encuentra triste y pesarosa
y eso que
tiene aires renovados,
deshojado el
madroño, sin la osa
y versos
moribundos asfaltados.
Nos dejaron la
villa desastrosa
con deudas y
recibos impagados
pero ahora
se ve maravillosa
y estamos
mucho más oxigenados.
¡Poco dura
la dicha, madrileños!
No hay
relaxing café sin madalena.
Han servido
de poco los empeños.
En verdad yo
les digo, es una pena,
con ella se
esfumaron nuestros sueños.
Madrid se
queda triste sin Carmena.
Ilustración: Libertad Suárez
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