Fiel maestro de versos olvidados, memoria sin papel, a juego lento. Apuntes de una vida conjugada, hierro, mar y luna llena. Subrayo las palabras con espuma, y reconozco el canto del poeta, cuerdo, fuera de lugar, a mis espaldas.
Manos abiertas al sol con sus viejas camisas renovadas. Les recuerdan que nunca se marcharon a los descamisados, esos mismos que siegan con sus puños libertades. Mi pobre piel de toro desgarrada se ahoga entre los muertos sin memoria. A golpe de cuchillos, estacazos, himnos sin melodía y banderas juradas en mi nombre.
Fragmento de "Guernica" de Pablo Picasso (1937)