Dicen
que habrá una sierra con mi nombre.
Se
reunirán poetas cada año,
será
por mayo, en primavera.
En
Madrid, 1611.
Llovía,
era diciembre,
los
tejados lloraban en silencio.
Expósita
mi nombre,
actriz
sin vocación, me cristianaron
en
pila bautismal venida a menos.
San
Martín perdonó mi baja cuna.
El
resto es solo ya la vil comedia.
Una
vida dorada y polvorienta
que me
prestó el destino esa mañana.
Yo fui
la dama boba, la hechicera,
amante
sin amor y malcasada,
inocente
y gallarda servidora.
El Rey
me retiró del escenario,
me
hizo madre de un hijo de la tierra.
Me
encerró en un convento de clausura,
hasta
que en una mañana de septiembre
que
reflejaba el sol tras los cristales,
acaricié
mis rizos con cuidado
y oré
con la cabeza descubierta.
No se
supo más de mí.
Nunca olvidaré aquel I Encuentro de "POETAS Y REALIDAD" en el Monasterio de Gilet (Valencia) Mayo 2016. Lo convocaba Enrique Gracia Trinidad, mi amigo desde hacía décadas.
ResponderEliminarMe encontré con amigos a los que no veía desde seis años atrás y muchos otros a los que me sentí unida como si nos conociéramos de siempre. Amigos todos que residen en mi corazón.
Besos y abrazos.
Un gran descubrimiento para mí también.
EliminarUn abrazo fuerte.