Me detengo a observar..., pasó Marzo, llegó la primavera, se escucharon las voces en la calle y sin embargo hace frío y no hemos obtenido respuesta, solo el eco del descontento y en algunos casos de la desesperación. Menos mal que viene la Semana Santa que siempre supone un respiro; algunos limpian sus conciencias y se visten hábitos que ocultan su rostro, a golpe de saetas, pies descalzos, música fúnebre, cadenas, dolorosas, cruces, vía crucis, silencios, lamentos...; y otros cambian sus hábitos y escapan como si fueran animales enjaulados que les dan una semana de libertad para trotar en un escenario parecido a lo que siempre han soñado como ideal...Y para todos ellos un denominador común: La lluvia, que desciende sobre nuestras cabezas, encapuchadas, con visera, o con gorro de lana...da igual, el caso es que nos acompaña siempre para recordarnos, que Dios llora todos los años viendo lo que pasa ahí abajo, y que por muchos sueños que tengamos, debemos contar con ella...la única protagonista como dicen nuestros refranes, siempre tan sabios y certeros...
En abril aguas mil
Abril abrilero, cada día dos aguaceros
Abril llovedero llena el granero
Abril sin granizo dios no lo hizo
Abril es lluvioso y señoril
Abril mojado malo en la huerta y bueno en el campo
En cuanto a lo de las voces en la calle, me temo que de momento, no nos quedará más remedio que "aguantar el chaparrón" y seguir confiando en la sabiduría popular...
Abril lluvioso, hace a Mayo hermoso
Abril que sale lloviendo a mayo llega riendo
Abril tronado, viene buen verano
A ver si es verdad...y si no, volveremos a escaparnos por ahí o a gritar en las calles con más fuerza en el puente del primero de Mayo.
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