tarde tras tarde, cada tarde.
Ahora es tarde casi siempre.
Descubierta ante mí, tiemblo en la sombra,
muy poco puedo hacer.
El blanco que deslumbra mil batallas
destiñe sangre y mercromina.
las puñaladas que hacen mella.
La muerte aplaude a todas horas.
Hay tanto por sanar.
Hoy vuelvo a ver la luz.
Si me acompañas, te acompaño
Si me defiendes, te defiendo.
Desnuda y desalmada,
me servirán de arrullo
los jirones de piel que me quitaron
y todos esos gritos en las calles,
hasta romper el miedo.
Mientras tú lloras,