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viernes, 22 de marzo de 2013

La llamada

No sé, murmura Manuela compungida mientras recoge del suelo los restos de la taza del desayuno que sin querer se le cayó al suelo justo antes de recibir esa llamada de teléfono.
-         No creo que pueda verte hoy, ni mañana, ni nunca…

Y cuando acabó de pronunciar esas palabras, soltó el auricular y corrió rápidamente al piso de arriba, el llanto de su bebé la devolvió a la realidad, a su realidad.
Hubiera sido bonito volver a verle, después de treinta años y comprobar  si seguía siendo tan guapo como entonces, al fin y al cabo, los primeros amores nunca se olvidan. 

 

2 comentarios:

  1. Que ternura contenida en tan pocas palabras. Es cierto que ese primer amor cuesta quitárselo de la cabeza, pero a veces siento que tendemos a idealizarlo.

    Un besote mi niña

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  2. Que bonita !!! Un sueño ¿verdad? volver a ver a los primeros amores. Pero a veces es mejor guardarlos tal cual en la memoria. El tiempo no perdona. Comprobado ;)

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