“Y sí después de tantas palabras…”
(César Vallejo)
si se derrama el día tras la reja
y la vida me asusta tras la esquina
y ya no soy capaz de llorar tanto.
Y si después de tanto tiempo,
me quedo fija en mis recuerdos
y con el beneficio de la duda,
descubro un nuevo oficio cada día
para añorar la infancia y los abrazos,
para crecer desnuda y casi sola,
para encontrar amor y abrigo limpio,
para parir un hijo y una hija,
para perder un padre y una madre,
para escribir sin más aspiraciones.
En estos viejos tiempos que hoy estreno,
los rincones encojen y no cabe
más que lo innecesario, más que nada
regalo lo que sobra en los cajones.
Vendo sueños baratos, dense prisa.
A los que venden motos, bicicletas,
a las incrédulas, mis dudas,
a los que llegan tarde, los segundos,
a los del ático, el infierno,
a las del sótano, la luna,
a las amas de casa, un poco más de caso,
a los amos de casa, mis aplausos,
a los descabezados, mi sombrero,
a las más atrevidas, menos miedo,
a los que tanto quieren, doy mi herencia,
la caja de los hilos de mi madre,
los carboncillos de mi hermano,
el jarrón verde y oro de la foto,
y el monedero de la abuela.
Quizás después de todo aún es temprano
y las palabras sobran. Tiempo al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario