A Susana.
Y todo, gracias a ti.
Gracias a tu memoria desmedida,
a todo tu cariño a manos llenas
cerrado al vacío,
sin aire, sin luz, sin conservantes.
Abrigo del futuro venidero.
Todo gracias a ti, que me encontraste
disfrazada de otra piel.
Rasgué mis vestiduras lentamente
y te mostré mi sangre destilada,
mis versos escondidos
cerrados al vacío,
sin aire, sin luz, sin conservantes.
Ahora, escribo poemas sin miedo
estrofas ventiladas se iluminan
con todo tu cariño a manos llenas,
tu amor desmedido y tu memoria.
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