Versos contra el desaliento
desembocan descarnados
se vienen arriba.
Armas que pueden matar
si nos cortan las alas.
Cortafuegos artificiales,
explosionan con firmeza,
niegan y reniegan la rutina,
luchan a estrofa partida.
Reivindican, citan, recitan,
gritan, gritan, gritan...
Y en medio de tantas voces
reconozco la tuya.
Recojo mis poemas, llego a casa,
Si nos queda algo de tiempo,
nos lamemos las heridas.
Ahora, a deshoras escribo
te presiento cerca, no tardo.
Guardarme los restos de la cena,
estoy hambrienta,
no solo de recitales vive el poeta.
Impactante. Un beso grande
ResponderEliminarMuchas gracias Mari Carmen!!! :)
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