nueva normalidad sin esperanza.
Salir del agujero donde hay luces,
o bajar al subsuelo de las sombras
y poder caminar hacia el futuro
soñando cada noche en el pasado.
Ya nadie sabe bien lo que ha pasado
después de despertar de esta locura,
con ilusión y ese aire de futuro,
lejos del trazo gris, sin esperanza
escondida, en el nudo de las sombras
desatadas, sin sogas y sin luces.
Les ciega la pasión y pocas luces,
inventan soledades del pasado
donde a pesar de todas esas sombras,
adivinan el fin de esta locura
para ganar terreno a la esperanza
Y poder abrazar todo el futuro.
De ahora en adelante, en el futuro,
se podrán encender todas las luces,
en esta senda azul de la esperanza,
para encontrar las claves del pasado
y que no se repita esta locura
porque todos ahora somos sombras.
Sentada frente al mar, bebiendo sombras
es difícil pensar en un futuro
que disfrace mis sueños de locura,
y poder apagar todas las luces,
recuerdos y añoranzas del pasado.
Mi mejor armadura es la esperanza
Ya que casi no queda ni esperanza,
en esta cueva gris, no hay más que sombras.
Por el lánguido túnel del pasado,
se desdibuja todo mi futuro.
Me voy a reinventar llena de luces,
para poner el fin a esta locura.
Ya no sé si es locura o esperanza
ese afán de alternar luces y sombras.
Vivir es un futuro sin pasado.
Foto: LOLA
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