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lunes, 3 de junio de 2013

A una gran mujer

Las amistades a veces vienen y van, pero hay algunas que se instalan en tu corazón por mucho tiempo. Hay otras que son amistades peligrosas...pero eso es otra historia y solo la persona a la que va dedicado mi poema puede entender la imagen con la que lo he ilustrado.



Gran mujer
Grandes ojos, grandes manos
y lo más grande: su corazón.
En un lugar inhóspito
con polvo añejo, dejadez
desilusión y hartazgo
construimos un espacio bello
limpio, con olor a incienso
y a infusión de fresas y naranjas.
Risas en el ambiente, complicidad
y lo mejor: cariño, mucho cariño.
Ahora te vas y me dejas
sola de nuevo
A merced de sombras grises
que nublan  para mí las tardes
sin tu espacio.
Ojalá vuelvas y estés cerca de nuevo.
Gran mujer, gran amiga.




2 comentarios:

  1. Esa es la ventaja de estar eventual,
    Más opciones de conocer buenas personas.
    El poema precioso. Me gustaría haber sido compañero tuyo para que me escribieras algo parecido.

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  2. Gracias por tus bonitos comentarios, Diego :)

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