Se oye un rítmico puf puf de fantasmas paridos mientras Lucía se esconde bajo su sábana de hilo y su mantita rosa. Menos mal que de repente suena el mágico toc toc de la puerta, es su hermanito llamando porque se hace pipí, y una noche más le acompañará al cuarto de baño y después a su habitación. Son las cuatro de la mañana, hoy mamá tarda mucho, piensa,... cuando de repente se escucha el paso apresurado de unos tacones corriendo por la acera y acto seguido el eco del pum pum de un revólver .
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