“…Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler, me duele hasta el aliento…”
MIGUEL HERNÁNDEZ.
La negra piel de Abdou.
El pelo rizado de Hasán.
La muñeca de Noor.
Las lágrimas de Omaira.
La sonrisa de Ibrahim.
Los dientes de Amani.
Ojos que miran a otro lado.
Piel con piel, abrazo ajeno.
Pelo para ser acariciado, y sonreír.
Muñecas rotas.
Lágrimas.
“Dentelladas secas y calientes”.
Los poemas de Miguel,
y el abrazo de Luna congelado
salvan de tanto dolor, tanta injusticia,
tanta sinrazón, tanto atropello,
tanto racismo, tanto odio,
tanta ignorancia, tanta pena.
Ese mar, esas aguas, ese infierno,
ese sol, ese horizonte ensangrentado,
ese quiero y no puedo,
ese puedo y no quiero,
Ese “no va conmigo”,
mi piel es blanca,
veo mejor de cerca que de lejos,
me aliso el pelo con cuidado,
lo hidrato por las puntas
secas y abiertas sin remedio.
El suavizante no funciona,
mi reloj de muñeca no funciona,
nada funciona, ni mis ojos
que lagrimean y me escuecen.
Y el abrazo de Luna congelado.
Ceuta no está tan lejos
ni Marruecos tan cerca.
El mar escupe niños que a casi nadie importan.
Yo trago mis palabras y mis versos
que a casi nadie importan,
mientras cuento los días
para ir a ese mismo mar de vacaciones,
y abrazar a la luna si se deja.
Maravilloso poema 🥰🥰
ResponderEliminarGracias preciosa 😘
EliminarPrecioso Lola. Insisto te estás acercando a la excelencia.
ResponderEliminar¡Qué razón tienes a nadie lee importan tus versos ni tus besos, a nadie de los que no ven más allá, de los que votan sin pensar, de los que van a cargar a casa de otros.
Gracias amigo diletante 😘
ResponderEliminarSoberbio poema. Un beso
ResponderEliminarMuchísimas gracias poeta amigo 💜
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