Me arriesgo a la
reprimenda
que recibirá mi menda
por ser tan largo el
poema,
pero es que me daba
pena
no escribirles algún
ripio.
Empiezo por el
principio:
El Taller de Enrique Gracia
les quiero recomendar
a los nuevos escribientes
que quieran alardear
de tener muy buena pluma
madera, ganas y más,
que quieran bordar poemas
con hilos de los demás,
aquí, todos tienen
voz,
licencia para opinar:
-
“Yo te quito este adjetivo
-
que poco aporta, verás…”
-
“Yo te pongo aquí una coma,
-
para poder respirar”
-
“Pues yo puntos suspensivos…
-
O mejor punto final.”
-
“No me gusta cómo suena,
-
cambia el verso del final”
-
“¿Y si le
pones cursivas
-
a lo que
está en la mitad?”
-
“De aquí salen dos poemas,
-
Tres o cuatro, o cinco más”
-
“¡Qué joven eres chiquilla
-
que todo quieres contar!”
-
“Pues a mí me suena bien,
-
lo digo sin ser pelota
-
al que le toca, le toca…”
-
“¡Ay, mi niña esto no es verso
-
Y tú eres un poco sosa!,
-
esto aquí se llama prosa.”
-
“Pues esto a mí no me encaja
-
se llama poema a caja.”
-
“Me lo tengo que pensar
-
ya veré yo lo que hago
-
me habéis quitado cien versos
-
¡Ay…yo” pa” esto no valgo!
-
una sola palabrita
-
de mi poema ha quedado,
-
esa palabrita es GRACIAS
-
a todos mis compañeros
-
del taller de Enrique Gracia
-
el más guapo y pinturero
-
de Madrid y mentideros
-
y en especial al más duro:
-
Si, si…es a ti: Arturo.
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