se enmaraña en el centro del cuerpo,
y duele todo.
Aprisiona los pulmones,
no deja respirar.
Muro incesante de palpitaciones,
manos que escarban dentro de la herida,
que escuece y sangra.
Construí una nube para poder subirnos,
volar alto y vivir
con las vísceras libres.
Hasta que se rompió el hechizo
y caímos
con los reflejos de la luz del sol.
Hay días, como hoy,
que muero un poco.
Pues no leí el poema "sin mejorar", pero este suena muy bien. Felicidades, Lola.
ResponderEliminarMuchas gracias Manuel. Ayer pasó por el taller y mejoró con los "ajustes" y "piezas prestadas" de unos y de otros, el resultado es siempre bueno. Por cierto, a ver si te pasas que tus "piezas" son de primera calidad.
EliminarTus versos se van desgarrando como tu dices de los míos.
ResponderEliminarMe encanta Lola.
Todo lo que sale de las vísceras hacia arriba se enreda en la garganta y grita sentimientos.
Un beso.