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domingo, 23 de diciembre de 2012

Un año más

Ayer fue mi cumpleaños; una vez más me sentí millonaria y no precisamente porque me tocara algún premio de la lotería...Sin embargo, esa fábrica de sueños que se supone que representa este sorteo me hace feliz todos los años. Los caprichos del destino hicieron que viniese al mundo ese día rodeada de Paz, de hecho la maternidad de dicho Hospital, se puso en marcha el año en que nací, a ritmo de "El tamborilero" de Raphael. Y esa fecha es tan inolvidable como yo para las personas que año tras año me felicitan, sembrando gotitas de amor en mi corazón.
Ayer derroché sonrisas y alguna que otra lágrima, las emociones a veces se entremezclan de tal manera que no sabes cómo canalizar todo lo que llevas dentro. El presente se impregna de pasado y el futuro aparece en estos tiempos y en este momento de mi vida más como una amenaza que como una esperanza. Y así, entre lo que nos gustaría que fuera y lo que es, disfrazando a veces de colores festivos un tejido de paño más bien gris, te vistes, te pones los tacones y te vas a escuchar a una amiga que te dedica una preciosa versión de "cumpleaños feliz" y recibes un bonito ramo de gominolas para recordarme que a pesar de todo, mi rutina sigue siendo dulce, tan dulce como ha sido hoy la compañía de mi familia y amigos más que especiales alrededor de una mesa y brindando por lo que tenemos que es mucho más de lo que podríamos soñar.













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