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viernes, 23 de octubre de 2015

Tonterías

Palabras prestadas: autostop, tiempo, empanadillas, detergente y australopitecus.
http://libropalabrasprestadas.blogspot.com.es/2015/10/poemas-prestados-83.html



No tienes tiempo para tonterías.
Has llegado a casa y todo está igual,
cada cosa en su sitio,
se te olvidó comprar el detergente.
Tuviste un día duro,
y te sientes tan sola.
Tienes que freír las empanadillas
muy doradas, como a él le gustan,
y hacer los deberes con tus hijos.
Estrujar tu memoria,
hoy: ciencias naturales.
Te pierdes por la red  buscando datos
acerca de los australopitecos.
Cualquier día de estos
te liarás la manta a la cabeza
y saldrás a la calle despeinada,
harás autostop, ¡que te lleven lejos!,
donde los espejos te devuelvan,
la viva imagen de la felicidad.
Pero ahora …
no tienes tiempo para tonterías.

martes, 20 de octubre de 2015

"Maisefoyuti"

Gracias a los autores que estudié, en especial a "Los Antonios"  tan presentes en este este poema.


A Mayte.



Mi infancia son recuerdos
de un patio de colegio
en filas uniformes.
Una oscura escalera que asustaba.

Esos juegos de niñas
saltan de una lado a otro en mi memoria.
La goma con nudos en la garganta,
a golpe de canción sin melodía:


"Maisefoyuti,
tu eres ancla,
por eso  yuti,
Maisefoyu ayu ayu..."

Pecados inventados,
caladas furtivas a un cigarro,
Y algún juego de mano entre recreos.
Crucifijos, retratos en sepia
y esa cartilla de disciplina,
amarilla o azul, según qué años.
Sábados de permanencias.
Tardes de chicle y palolú.

Historia de una escalera,
obra difuminada en pesadillas.
Se nos quitó el miedo de repente,
en ese patio de sombras sin luces.
Cambiamos el calzado abotinado,
por tacones de aguja.

Aún nos queda curso por delante
y a partir de hoy, deberes:
resolver problemas, sumar sonrisas,
transformar poemas a nuestro antojo,
inventar la historia.









viernes, 9 de octubre de 2015


Al abuelo Pedro

Poema escrito a cuatro manos una tarde de otoño.
Gracias a mis primos María José, Ricardo, Mary, Pedro y Fernando que me ayudaron a inventar mis recuerdos.



Se enredan los recuerdos inventados
en las trenzas perdidas de mi pelo.
Siento nacer el poema,
Portugal, Inglaterra, España
unidas al mismo punto cardinal
de un corazón en guerra,
fosa común de Lorca en el recreo.
Imagino algunos sabores dulces
de miel y agua callada de la fuente,
otros tragos amargos da la vida.
Años de hambres curadas a destiempo
con caldo de castañas.
Entre hojas gigantes de tabaco
se escucha la Pirenaica, y de fondo…
ese tango de Gardel:
“Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver…”
Flores en la tumba de sus sueños
de no volver y su alma marchita.
Ese dolor retorcido en los dedos,
con la frente cubierta
y mirada perdida.
Hoy sus nietos  escribimos la historia
de un hombre que nunca pisó la luna.
Comunista de bien y mala leche
que esconde disfrazado
el frágil esqueleto  de mi padre.